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Retos en Gobierno Corporativo para el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026

Por Oscar Armando Pardo Aragón

El fortalecimiento del gobierno corporativo en Colombia es un esfuerzo que demanda compromisos tanto de las empresas como del gobierno.

Las empresas avanzan a través de esfuerzos de líderes que por iniciativa propia o por apropiaciones de mejores prácticas internacionales, adoptan formas de trabajar, reglas de juego y esquemas de rendición de cuentas que generan valor para sí mismas y que son ejemplo para otras organizaciones. Por su parte, el gobierno colombiano, a través de documentos CONPES, decretos ejecutivos y resoluciones, muchas veces siguiendo los lineamientos de organismos multilaterales a los que pertenece el país como la OCDE, el Banco Mundial-IFC, el BID y la CAF, coadyuvan a que no solo las empresas líderes desarrollen estrategias de gobierno corporativo, sino que deben propiciar que las propias empresa, sean estatales, mixtas o privadas, también lo hagan. Es importante reconocer que desde hace varios años se ha contribuido a fortalecer la iniciativa, aun cuando todavía falta mucho por hacer. Las acciones se han focalizado entre otras en las siguientes estrategias:

  • Definición, a través del Documento CONPES 3851 del 2015, de una política general de propiedad de las empresas estatales, que incluyó mejoras en el gobierno corporativo y en el marco regulatorio de las empresas estatales.
  • Consolidación, a través de la creación del grupo bicentenario, de la participación accionaria de las empresas de la nación que realizan actividades financieras y afines, buscando coordinar el uso de sinergias y eficiencia, y permitiendo la medición consolidada de riesgos.
  • Desarrollar modelos de buenas prácticas de gobierno corporativos que sean útiles a las empresas con participación estatal en aspectos como: lineamientos para la elección de miembros de juntas directivas y de revisor fiscal, fortalecimiento del rol de presidente de la junta directiva, y esquemas básicos de evaluación de juntas directivas con estándares de líneas éticas.
  • Gestar un esquema de monitoreo e informe de mejores prácticas y finalmente,
  • Establecer reglas de gestión que mejoren la generación valor económico y social y que ayuden fomentar las prácticas de gobierno corporativo, a través del decreto 1510 de 2021. No obstante, en una entrada anterior de este blog, el profesor Fidel Cuéllar señaló algunas limitaciones de esta norma.

La pregunta consecuente y dada la coyuntura de cambio de gobierno en este año es: ¿Qué se puede enfatizar en el próximo plan de desarrollo del siguiente gobierno con relación a este importante tema?

Propongo al respecto cuatro focos de acción:

  • Implementar, formar y medir las buenas prácticas de gobierno corporativo en empresas estatales. Además de las que pertenecen a la nación, es necesario poner especial énfasis en aquellas con carácter territorial y de servicios públicos (departamentales y municipales).
  • Construir una agenda convergente de gobierno corporativo orientada hacia el avance en los temas de cambio climático, transición energética y sostenibilidad.
  • Consolidar los esfuerzos de gobierno corporativo en el mercado de capitales.
  • Impulsar el gobierno corporativo en pequeñas y medianas empresas

Con respecto al primer foco de acción, es fundamental implementar mejores prácticas de gobierno corporativo en empresas con participación estatal que abarquen entre otros los siguientes aspectos [1]: la composición estratégicas de juntas en donde los perfiles se diseñen de acuerdo a la estrategia y con alta participación de miembros independientes; esquemas de sucesión de miembros que permitan la continuidad de la estrategia, inducciones efectivas, esquemas de auto-evaluación y evaluación que mejoren el desempeño de las juntas; políticas de remuneración establecidas por tipologías de empresas; programas de pólizas de seguros bien estructuradas que incentiven a los mejores calificados a que participen sin temor, y tener claridad en las mediciones de valor económico y social por tipología de entidad y territorio. El imperativo es, por lo tanto, hacer y formar a miembros de juntas directivas en sus roles y responsabilidades como gestores de propiedad, para luego medir y sacar lecciones que alimenten un proceso de mejoramiento continuo. Es necesario además rescatar el papel subordinado de los gerentes a las juntas directivas, en temas tales como la nominación, la rendición de cuentas, la evaluación, la orientación estratégica y las decisiones sobre eventual remoción.

El segundo foco, es construir una agenda estratégica de cambio climático, transición energética y sostenibilidad que sea incorporada en la agenda de las juntas directivas de las diferentes tipologías de empresas tanto privadas, mixtas, públicas y del tercer sector. Es prioritario que exista un lineamiento de este tipo en el plan de desarrollo, que oriente el quehacer ordinario de las organizaciones.

El tercer foco consiste en seguir consolidando las mejores prácticas de gobierno corporativo en el mercado de capitales, en donde se tengan claro y se expandan los mecanismos de inversión, la participación de actores internaciones y de diferentes tipos de actores, se proteja la participación minoritaria, se establezcan esquemas claros de gobierno corporativo en grupos económicos y sistemas claros para enfrentar eventuales conflictos de interés, entre otros.

Finalmente, y no menos importante, es esencial hacer un gran esfuerzo para que las empresas medianas y pequeñas del país encuentren directrices que reconozcan la importancia de esquemas de gobierno corporativos en primeras fases como los consejos asesores, el desarrollo de protocolos de familia [2], esquemas elementales de autoevaluación y evaluación y modelos de remuneración de miembros de juntas. Los gremios económicos, así como la academia, pueden jugar un papel muy importante en este proceso. Es necesario que en el plan de desarrollo se planteen políticas, programa e incentivos que empujen a que este gran cuerpo de empresas encuentre motivantes para que el gobierno corporativo sea parte importante de sus respectivas agendas estratégicas. De nuevo, la tanto la investigación como la formación son vitales, y las universidades debemos, y estamos dispuestas, a jugar un rol preponderante.

Los cuatro focos que aquí planteo son una primera aproximación de temáticas que deberían abordarse en el próximo plan de desarrollo y que no pretenden ser exhaustivas sino más bien provocadoras para que genere una sana discusión que pueda llevarnos a grandes conclusiones. Bienvenida la discusión.

 

[1] En el Decreto 1510 de 2021 aparecen varias de las tareas de mejores prácticas asignadas a los gestores de propiedad. Una gran responsabilidad que es importante acompañar en formar y poner en práctica.
[2] La mayoría de las empresas en Colombia y Latinoamérica son de carácter familiar y una gran proporción no han definido su esquema estratégico de largo plazo y la relación con sus herederos

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